miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mejorar el mundo en que vivimos... ¡es posible!

Hace aproximadamente un siglo ya que la física cuántica cuestionó la visión de la realidad sorprendiéndonos y afirmando que el mundo físico que nos rodea, el que percibimos con nuestros sentidos, es un pequeño y breve contexto de una realidad más compleja y completa. La verdad es que para comprender nuestro mundo gozamos de limitaciones porque estamos atrapados en tres dimensiones y con nuestra percepción confinada a nuestros cinco sentidos, no podemos captar que todo está relacionado con todo y cada parte influye en lo demás. Es lo que nos está sucediendo ahora. Hay mucho malestar y esto no permite que vivamos en una sociedad feliz, ni siquiera a los que dicen y presumen de que la crisis no les afecta (económicamente hablando). El mundo que habitamos, las personas y organizaciones a las que pertenecen, las empresas y el marco social en el que viven, así como los animales y la tierra, son organismos vivos que conviven y se estructuran conectados en un mar de información en un campo subyacente que no podemos observar directamente, pero que adivinamos por nuestra inteligencia intuitiva. EL autor Lipton en su libro "La biología de la creencia" pone un buen ejemplo: si te transformaran en un ser del tamaño de una célula para que pudieras ver tu cuerpo desde esa perspectiva, verías el mundo de una forma completamente distinta. Y desde esa perspectiva, no te considerarías una entidad única. Te verías como una ajetreada comunidad de más de cincuenta billones de células individuales. Si pudiéramos mirar a los demás, los seres que nos rodean, el mundo y el Universo como parte de una existencia de raíz única, ése pequeño cambio de enfoque, serviría para empezar a repercutir a nivel colectivo. No podemos seguir en una visión egoísta, pusilánime y reducida de nuestra relación con los demás y nuestro entorno. La realidad social lo está pidiendo a gritos. Es el momento ya de cambiar creencias y crear otras nuevas, renovadas. Y sobre todo, crear conciencia colectiva. ¿Hasta cuando podemos seguir en este nivel? Einstein dijo que ningún problema puede ser resuelto desde el mismo lugar perceptivo en el que fue creado. Es buena hora para reestructurar y construir nuestro sistema de identidad y valores revividos, que nos permitan sentir que somos parte de un todo que resiste a la adversidad, creernos que podemos rehacernos de ella, y salir potenciados como seres humanos. Solo un Modelo Positivo de Afrontamiento que se articule ágilmente con la solidaridad y la sostenibilidad de nuestra ambición, economía, sistema democrático y de relación con el entorno. Mejorar el mundo en el que vivimos es posible, pero demanda salir del desánimo y la impotencia. Requiere estar dispuestos a cambiar el nivel de conciencia habitual por otro más elevado, más humano, más generoso, y más consciente de que exclusivamente aspectos como la lealtad, el entusiasmo, la alegría o la amabilidad permiten que mejore la energía que nos rodea, la de las personas y nuestro entorno y la del planeta.

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