lunes, 1 de julio de 2013

Confianza al hablar en público

En verano proliferan los cursos de habilidades. Y es bueno reciclarse sobre todo cuando hemos de presentarnos en público. En mi experiencia en la Universidad, muchos de mis alumnos se quejan de que los obstáculos que más inciden al hablar en público son el miedo y el estrés. Cuando hacen sus presentaciones al dirigirse a su auditorio, su temor principal es quedarse en blanco. Y lo que suelen pensar es si lo que han de exponer a los demás, interesará. A menudo nos sugieren que para dirigirse a un público, sea cual fuere el ámbito, debemos presentarnos con seguridad y confianza, y esto tiene que ver con aspectos diversos, como el estrés, el miedo al ridículo, la incertidumbre que proviene de nuestra imagen, habilidades de la comunicación verbal y no verbal, y un amplio etc... En realidad ganamos seguridad y confianza cuando aumenta nuestra empatía, también cuando somos capaces de respirar y relajarnos unos momentos antes, y sobre todo, si nos aceptamos, un trabajo que es personal, positivo y requiere un alto grado de compromiso con nosotros mismos. Si nos enfocamos en la contraposición de lo negativo, es decir en la seguridad, las capacidades y los recursos que tenemos, el miedo desaparece como por arte de magia y se sustituye por confianza. Es más sencillo de lo que parece. El modo en que pensamos cuando nos situamos frente a los demás, materializa nuestras creencias. Si hablas con entusiasmo, interesarás al auditorio. Si lo llevas preparado y ensayado, serás más claro y comprenderan lo que deseas trasmitir. Si preparas la indumentaria, elevarás tu autoimagen y autoestima. En definitiva: las personas disponemos de gran resistencia y adaptación para relacionarnos con los demás. Pero hemos de creer en nuestras posibilidades. Hablar a los demás y presentar nuestros trabajos ante un público permite extraer lo mejor de nosotros y nos brinda una oportunidad nueva de aprender. Es interesante ir practicando y el verano es una buena oportunidad.